Cuando hemos sido víctimas de una traición por parte de la pareja y decidimos perdonar lo primero que pensamos es si la otra persona repetirá la acción. Ya que se asegura que “Una vez infiel, siempre infiel”.
De hecho varias estadísticas sobre infidelidad aseguran que un 21% de hombres casados y alrededor del 15% de mujeres casadas han engañado a sus parejas, de acuerdo a un estudio de la Universidad de Chicago. Ahora bien, los expertos también señalaron el comportamiento de las personas que vuelven de la infidelidad un hábito.
De acuerdo a varios psicólogos y terapeutas que trabajan con parejas, la mayoría de los infieles pueden cambiar su manera de ser, pero hay algunos que siguen y siguen traicionado a su pareja.
CUANDO SE ES INFIEL, SE MINIMIZA A ESA PERSONA
Algunas personas piensan que los infieles jamás cambiarán, sin embargo hay algunas personas que sí lo hacen y que se sienten culpables ante el dolor que siente la pareja, llegan a un punto que el cargo de consciencia los vence. Muchas personas verdaderamente se arrepienten del daño que ocasionaron y sobre todo se ven afectados por los juicios que se hacen en su contra en caso de que la infidelidad de haya conocido.
UN INFIEL SOLAMENTE CAMBIARÁ SI SE ARREGLARON LOS PROBLEMAS QUE LO LLEVARON A HACERLO
En caso de que los problemas no se acaben de raíz, las probabilidades de volver a caer en la tentación de engañar son mayores. Hay muchas maneras de solucionar los conflictos que surgen entre las parejas. La comunicación y en algunos casos la terapia de pareja es una de las opciones más usadas. En caso de que después de una infidelidad no se hable sobre los motivos que lo llevaron a esta y se intenten arreglar, las cosas van a continuar igual.